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jueves, 8 de febrero de 2018

Crítica de 'The Disaster Artist', el visionario Tommy Wiseau

La historia de Tommy Wiseau y su película 'The Room' (2003) es cuanto menos curiosa: un extraño personaje, del cual nadie sabe de dónde ha salido, que decide hacer una película en Hollywood y termina convirtiéndose en un fenómeno internacional al ser considerada la mejor peor cinta de la historia del cine. El director y actor James Franco no dudó un solo instante en hacerse con tal disparatada biografía y hacer una película (una bien hecha esta vez). Nominada al Óscar a mejor guion adaptado, Globo de Oro a mejor actor en comedia y ganadora de la Concha de Oro a la mejor película en el Festival de San Sebastián, 'The Disaster Artist' no deja a nadie indiferente.


Es extraño relatar lo que ocurrió con la película de Wiseau pero más complicado es explicar quién está detrás de todo esto. Tommy Wiseau es un ser raro, de aspecto vampiresco, sin edad reconocible y con acento inubicable. Su aspecto incoherente es trabajo fácil para James Franco, que calca hasta sus andares para deleite de los espectadores que llegarán a cogerle cariño a personaje tan peculiar. Pareciera que algún marciano no estuviese tomando el pelo, pero sin embargo hay algo en Tommy que lo conecta a la Tierra: su incansable deseo de triunfar en Hollywood. Aunque a simple vista no lo parezca él tiene esos sentimientos tan humanos de querer algo imposible, de intentarlo y fracasar casi siempre, algo que comparte con su nuevo mejor amigo, Greg Sestero (Dave Franco), al que convence para vivir en Los Ángeles y triunfar como futuros cineastas que son.


Tal turbadora relación sólo podía conllevar algo tan inverosímil como es hacer una película con alto presupuesto sin tener la más remota idea de cómo hacer una simple escena, y además protagonizarlas ellos mismo. Es aquí cuando la magia de ambos mundos (el de la película real y el de su adaptación ahora) reluce para dar paso a la comedia que esperábamos todos. Me estoy refiriendo a las ya míticas escenas que todo fan de 'The Room' sabrá reconocer: la escena de la botella, la de sexo, la de la abuela, la del matón, etc. James Franco se regodea en esas situaciones para darle un sentido más patético si cabe. El resultado es un conjunto de divertidos gags que sirven además para realzar la personalidad tan singular de Wiseau, algo parecido a lo que ocurría en 'Ed Wood' (1994).


El sinsentido de los actos de Tommy Wiseau es una mezcla de estupidez y condolencia a los ojos del espectador que no se sabe si se han creído la historia o quieren continuar con tal desfachatez de decisiones absurdas. Conociendo de antemano o no el hito de Wiseau, es de agrado recordar las conclusiones esperanzadoras para aquellos soñadores que tienen metas imposibles. 'The Disaster Artist" será siempre consecuencia del mundo que ha creado (sin querer) Tommy Wiseau, y a él se debe todo el revuelo formado en una sociedad cruel pero a la vez agradecida y con sentido del humor.

Lo Mejor: Que haya existido el fenómeno Wiseau.

Lo Peor: Que no hayas visto 'The Room' y no le veas la gracia a todo esto.

Valoración: 7'5/10



Tráiler:



Te gustará igual que: 'Ed Wood' (1994)

Te gustará más que: 'The Interview' (2014)

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