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miércoles, 27 de septiembre de 2017

Crítica de "A Ghost Story", una interesante perspectiva sobre la existencia de las personas

Cuando nos van a contar "una historia de fantasmas" solemos ponernos en guardia y acurrucarnos en nuestros asientos afrontando los temores que despierta lo invisible. 'A Ghost Story' podría ser una excepción, una extrañeza de lo que conocemos como "casas encantadas", pero David Lowery, su director, nos viene a recordar que las historias sobre fantasmas son trágicas.


Y es verdad: 'A Ghost Story' es rara. No es una película corriente, eso tienes que tenerlo claro, pero cobra sentido en todos esos aspectos en los que se regocija en su minimalismo, donde no existen apenas diálogos, ni movimientos, o un guión enrevesado. Esto no quiere decir que la cinta esté vacía, más bien todo lo contrario; en su trágica trama respira "la historia", así, con todas sus letras y sus conceptos de espacio y tiempo. Pero antes de todo hay que conocer algo de los personajes.
La película nos muestra a una joven pareja enamorada, interpretados por Rooney Mara ('Song to Song'2017) y Casey Affleck ('Manchester frente al mar', 2016), que se acaban de mudar a una casa a las afueras de la ciudad. Cuando él muere en un accidente de tráfico vuelve a la casa convertido en un fantasma, y observa a su mujer, entristecida por la trágica pérdida. 


A estas alturas la película se hace notar por dos aspectos interesantes al igual que desconcertantes cinematográficamente hablando. Me refiero, por supuesto, al diseño del fantasma: la clásica representación de la sábana blanca con dos agujeros a la altura de los ojos. Reconozco que es difícil acostumbrarse, pero es genial simpatizar con esta estética infantil que, sin embargo, es la más "realista" y humana que podamos imaginar y que además tenemos todos interiorizada desde pequeños. 
La segunda cosa importante de la película tiene que ver con los tiempos, lo cual será motivo de desesperación para muchos mientras que para otros pocos les resultará atractivo y apacible. Son escenas larguísimas, ridículamente pausadas y tediosas. Pero quien sabe respetar el trabajo de un director sabe que hay que tener algo de paciencia para valorar que la película se debe en verdad a esa lentitud, que conecta además con una banda sonora donde los violines y los cellos llenan la sala de esperanza y sabiduría.
Y en tan poco colorido panorama van a brotar sentimientos entrañables y a la vez remotos, sin explicación, como los que esperan algo que no saben si llegará. Una odisea a lo desconocido que permite reflexionar con calma las cuestiones que van surgiendo de lo más hondo de nuestro ser. 


'A ghost story' es una película que, lamentablemente, suena mejor en tu cabeza que representada en la pantalla. El director nos muestra a los fantasmas que observan, que esperan, que siguen ahí... y, sin embargo, la vida pasa alrededor, los que viven se esfuerzan por ser recordados, como una simple canción, una melodía que se quedará siempre en tu cabeza. En esta dicotomía de la existencia del ser humano reside la belleza de esta cinta, un trabajo muy íntimo de David Lowery que a muchos nos ha llegado al corazón.

Lo mejor: La entrañable visión sobre la desolación y los fantasmas clásicos.

Lo peor: Que te quedes dormido en una de sus varias interminables escenas.

Nota: 7

Tráiler:



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