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viernes, 6 de mayo de 2016

Capitán América Civil War: juego civil

Ya está aquí una de las cintas de superhéroes más esperadas del año por diversas razones. 'Capitán América: Civil War' ha cosechado grandes críticas y puntuaciones elevadas en los diversos portales web de cine especializados. Las expectativas estaban altas; decían que era la más madura e inteligente película de Marvel hasta la fecha, superando con creces a las dos entregas de Los Vengadores. Para mí, al ir a verla, la realidad fue muy distinta. 


Se puede empezar diciendo que es un extraño conglomerado. Es una adaptación de los cómics de la Civil War, un fenómeno extraordinario en el universo Marvel que sin duda marca un antes y un después, algo nunca visto. Pero además, traído al cine, la historia funciona como secuela, tercera y última entrega de la saga del Capitán América. Y al tiempo, por lo que cuenta la historia, es también una secuela de 'Vengadores: La Era de Ultrón' (2015), aunque dicha trilogía tenga aún pendiente su última entrega, que llegará próximamente en dos partes. 


Pues bueno, partiendo de esto, no sé qué esperaría la gente, si la continuación del Capitán, la continuación de Los Vengadores (pues salen la mayoría de ellos) o un batiburrillo de todo, que es lo que al final tenemos. Basándose en el cómic, la película ha hecho una adaptación bastante curiosa del mismo –tampoco sé si es lo que se pretendía o únicamente lo tomaban como leve referencia–. Los motivos que inician esta guerra en la película son bastante distintos a los que la desencadenan en los cómics, además de no contar con superhéroes como Thor y Hulk, cuyo papel en el original es más que notable; aquí están totalmente ausentes. Pero bueno, dejando esto a un lado, desde el inicio se genera cierta tensión entre los protagonistas, algo que estaba claro que iba a suceder, y el espectador aguarda a que estalle en una cruenta batalla que enfrente a lo que habían venido siendo amigos y compañeros durante largo tiempo; algo que se supone trágico, trascendental y, por lo que implica, violento en todos los sentidos. Algo que impactará en el espectador como lo hará con los propios personajes.  


Después de unas cuantas secuencias que entretienen, que van introduciendo la historia para conducirla al clímax total, en parte vacías y en parte demasiado largas o carentes de peso narrativo, al fin llega el momento más esperado; no sin unos cuantos baches de por medio, ya fueran pertenecientes a la historia o en referente a lo audiovisual. Escenas como la recreación del jovencísimo e imberbe Tony Stark (Robert Downey Jr.) o la persecución en la carretera en la que participan principalmente el Capitán (Chris Evans), Pantera Negra (Chadwick Boseman) y El Soldado de Invierno (Sebastian Stan), están en demasía alejadas de la calidad visual que ofrece el resto del filme, y los efectos son tan pobres que sacan al espectador de la historia. Otras secuencias, como la lucha que se desarrolla en ese bloque de edificios, cuando el Capitán encuentra a su antiguo compañero, en el que se enfrentan a las fuerzas policiales, o la última pelea de la película, me parecieron a nivel audiovisual simplemente impresionantes. 


Como decíamos, el supuesto clímax, la secuencia en el aeropuerto: prefiero suponer que lo que sucede es lo que pretendían, tanto los directores como los productores, pero no es lo que me va. Si en el comic cada equipo de superhéroes puede contar con fácilmente cincuenta miembros –lo que da como resultado una batalla colosal–, aquí el número es ínfimo, aunque es entendible. Salvando esta minucia, cuando empiezan los golpes tenemos a un grupo de amigos “peleándose” con cuidado para no hacerse daño, pues matarse no es el objetivo, sino frenar al Capitán y a su compañero e intentar evitar que escapen. De la “batalla” se puede decir que, si llega a haber tensión en algún momento, ésta se va de repente a pique cuando uno de los múltiples comediantes que la protagonizan suelta un chiste fácil y la sepulta por completo; principalmente Ant–Man (Paul Rudd) o Spiderman (Tom Holland). Este último, aunque extraño y quizá demasiado “yogurín”, como dicen, está bien llevado, pues originalmente este personaje es tan chistoso y ridículo –no en el mal sentido– como nos lo muestran. No hay violencia, ni épica, ni tensión, ni oscuridad, ni nada que haga que el espectador se sienta incómodo en la butaca, que sufra por alguno de ellos, por las consecuencias de que los lazos amistosos existentes entre todos ellos se destruyan por la discordancia ante las cuentas que deben rendir frente a los gobiernos. Tenemos una extensa secuencia de comedia entremezclada con explosiones y hostias de aviso a diestro y siniestro. 


Pero no es este el verdadero clímax. Esto no es la Civil War que esperaba más de uno; esto es el Capitán intentando rescatar y ayudar al Soldado de Invierno, lo cual desencadena unos problemas que afectan al resto de los superhéroes presentes en la historia, y que al final desemboca en una lucha personal a tres bandas: Iron Man, Capitán América y El Soldado de Invierno. Aquí está la épica que esperábamos, al fin. No hay oscuridad, pero sí drama y violencia, consecuencias reales y serias, y aquí sí se transmite algo de emotividad al espectador, algo que hace que su interior se remueva, que padezca por lo que ve en pantalla. Pero no sé si quince minutos de autenticidad compensan los 137 minutos restantes de una cinta que, si bien entretenida, se antoja algo vacua e intrascendente y demasiado extensa para lo que ofrece. 

Sin embargo al fin vemos a Los Vengadores responsabilizarse por sus actos, o mostrar al menos consciencia de ello; los vemos percatarse de que por cada actuación que realizan para salvar a la humanidad, partes enteras de una ciudad se reducen a escombros. Algo que ya vimos en anteriores películas y por lo que el público se quejó; dudo que haya quejas al respecto, por el mismo motivo exactamente, a raíz de esta cinta, pero para los gustos colores. 


Personalmente, la película me ha decepcionado; quizá me dejé impresionar por la buena crítica, tanto profesional como la proveniente del público, cosa que tras el visionado no logro entender. Porque lo dicho, si lo que hace maduro e inteligente a este filme es que los protagonistas sean conscientes de sus actos y quieran remediarlo, y que mantengan extensas charlas al respecto, es algo que ya está visto, y aquí han tardado tres películas en darse cuenta de ello y querer relucir este aspecto. Será mejor olvidar que tal vez pretendía querer adaptar realmente la Civil War, porque poquísimo hemos visto de ello, y lo mejor será, como debería ser, contarla únicamente como la última entrega del Capitán América, por mucha más tralla que hayan querido incorporar, porque en mi opinión –y parece que la mayoría piensa lo contrario–, está a años luz de las dos entregas de Los Vengadores.


Lo mejor: la lucha final, los chistes introducidos en momentos oportunos.

Lo peor: que no haya una Civil War en sí misma, los chistes que arruinan la tensión, las pretensiones que no han sido alcanzadas y la vacuidad de gran parte de la película. 

Valoración: 6 / 10

Salva Alberola

Trailer:



Sinopsis:

Después de que otro incidente internacional involucre a Los Vengadores, causando varios daños colaterales, aumentan las presiones políticas para instaurar un sistema que exija más responsabilidades y que determine cuándo deben contratar los servicios del grupo de superhéroes. Esta nueva situación dividirá a Los Vengadores, mientras intentan proteger al mundo de un nuevo y terrible villano. Tercera entrega de la saga Capitán América.

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