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martes, 15 de marzo de 2016

'El Hombre de Acero': el reinicio de un mito

En tan solo una semana podremos asistir al estreno de una cinta más que esperada, una que ha dado mucho que hablar por múltiples razones y que sin duda logrará llenar las salas de cine sin problemas. Es un hecho de sobra sabido y hablado en multitud de sitios que las películas de superhéroes están teniendo actualmente un tremendo boom, y, por si no quedaba claro, hablábamos de ‘Batman v. Superman: El amanecer de la Justicia’. Hemos estado acostumbrados a que Marvel tome las riendas en esta nueva moda, pues la gran mayoría de las cintas pertenecen a esta compañía, pero, como decíamos, en escasos días podremos disfrutar de la gran apuesta de DC para hacerle frente, "la mayor lucha de gladiadores de la historia". Pero no vamos a hablar de este nuevo y prometedor filme, aún no, sino de la película que marcó –tras la magistral trilogía de El Caballero Oscuro de Christopher Nolan– el origen de esta especie de secuela y de las muchas películas de DC que vendrán a continuación. Dado el estreno, es oportuno dar un repaso a la cinta que significó la entrada de Detective Comics en esta batalla: ‘El Hombre de Acero’ (2013).


Estrenada hace tres años, la película, por casi todos los aspectos analizables, estuvo acompañada de una gran polémica –claro está, también, de una gran expectación–. Es indudable que Superman, guste más o menos, es el rey de los superhéroes, el primero y más emblemático, que no tiene por qué significar querido, y lo hemos visto en multitud de adaptaciones, facetas, e interpretado por muy distintos actores; como sucede también con Batman y algunos otros de los más conocidos. 

Quizá todos esperaban que Christopher Nolan tomara las riendas de este nuevo reinicio, algo que casi seguro habría dado como resultado un producto de mayor calidad y muy diferente, pero al parecer el director ya había dejado su huella en este mundillo sacado del cómic con su Caballero Oscuro, y desechó la opción de encargarse de revitalizar a otro; una decisión muy respetable, pues significa estar años ligado a un mismo personaje. Al final fue el realizador Zack Snyder quién se encargó del ambicioso proyecto, y es por ello que lo impregnó de su estilo. Es conocido por este aspecto, por utilizar una estética muy particular, fácilmente comprobable en, por ejemplo, dos de sus mejores películas, ‘300’ (2006), y ‘Watchmen’ (2009). Era predecible, sabiendo quién la dirigiría, que el argumento de ‘El Hombre de Acero’ no sería en exceso profundo ni complejo –lo cual no tiene por qué ser algo negativo–, y también podíamos intuir que habría acción a raudales y efectos especiales de sobra para satisfacer a los amantes de la espectacularidad desmedida: todo se vio cumplido, y quien se quejara de las carencias en este aspecto, que se hubiera informado un poco más acerca del director. Aun así, Chris Nolan no se alejó del todo del proyecto, pues escribió la historia de la película junto a David S. Goyer, quien después la convertiría en el guión cinematográfico, y actuó también como productor, tareas que obviamente no le suponían tanto tiempo como dirigir la obra. 


Analizado este aspecto, debemos tener también en cuenta que no era nada fácil adaptar, de nuevo, a Superman a la gran pantalla. Un reinicio siempre conlleva un enorme riesgo, y más si se desea innovar y evolucionar al personaje. Dichas decisiones satisfarán a unos y serán aborrecidas por otros, como es lógico. Cuánta gente se quejó de que el personaje llevara esos calzoncillos rojos tan míticos y llamativos por fuera –algo ridículo en la actualidad–, pues bien, Snyder decidió dejarlos fuera –por mi parte, gracias–, y cuánta gente se quejó después por ello, por haber modificado un traje tan emblemático; la historia de siempre. Hemos visto al Superman clásico, al sensible adolescente de ‘Smallville’, y a otras encarnaciones que, directamente, sería mejor olvidar; véase ‘Lois & Clark - Las nuevas aventuras de Superman (Serie de TV)’, y, apurando, ‘Superman Returns: El regreso’ (2006). Sí, no era difícil superar estas adaptaciones, pero el público no esperaba ya gran cosa de un nuevo Hombre de Acero, por lo que era también complicado. 


Cuando fui a ver la película, aun teniendo una ligera esperanza de ver algo de la visión y estilo de Nolan en la cinta, salí satisfecho de la sala. No era una obra maestra, para nada, pero sí me pareció una buena adaptación, y un gran y renovado Superman superior a todos los que había visto con anterioridad. Es un personaje que trae ya consigo, de serie, unas dificultades inusuales, y es que nada puede dañarlo –excepto lo que todos sabemos, lo que da lugar a combates predecibles, y cuando no, injustos–, erigiéndose más como un dios, como dicen en la propia película, que como un superhéroe al uso. Esto no se puede cambiar, si no la esencia del personaje se perdería, y algo que también ha sido criticado muchas veces es el hecho de que sea, dicho de forma fácil, un trozo de pan. Un dios que baja gatitos de los árboles y ayuda a las ancianas a cruzar la calle. Queremos algo más, queremos ira, rabia y, por qué no, oscuridad y violencia. Los tiempos han cambiado muchísimo desde que nació este personaje, y por ello las demandas del público han ido evolucionando. 


Debemos tener en cuenta que Superman nació en 1938, apareciendo por primera vez en el Action Comics nº1. Sí, es el primero, y ello traía consigo una gran responsabilidad para el mismo. Era otra época, y la gente no quería ver a un héroe matando gente, empleando vulgar violencia y actuando como podría hacerlo cualquier criminal, incluso cualquier hombre de carne y hueso, no. La gente, más que a una persona, quería a un símbolo, a un ejemplo a seguir –un dios en la Tierra–, cosa que muy acertadamente también se recuerda en la cinta de Snyder, y eso es lo que DC ofreció en aquel momento. Superman no es uno más, es el origen de los superhéroes, es el líder al que siguen los demás, y por ello no podrá actuar como el resto; pero por suerte, para agrado o no de la mayoría, este es un aspecto que puede también verse evolucionado. 


Muchos hicieron hincapié, por los aspectos repasados al principio de este artículo, que iba a ser una película de acción, algo que algunos espectadores parecieron no comprender. Dicho todo esto, sabíamos qué íbamos a ver, y a quien no le gustara, que se hubiera abstenido de echarle un ojo al nuevo Superman.

Pasando al reparto, algo nada fácil tampoco, y después de multitud de candidatos, fue el actor británico Henry Cavill el encargado de enfundarse en el legendario y modernizado traje, una decisión más que correcta, pues no escogieron a alguien que ocupara habitualmente las portadas de las revistas de cine, ni tampoco a un completo desconocido, sino a un actor que bailaba en la frontera entre la fama mundial y el anonimato, y que físicamente era más que adecuado. Un reparto de lujo lo acompañaría en su aventura, contando con estrellas de la talla de Amy Adams, Russell Crowe, Michael Shannon, Kevin Costner, Laurence Fishburne y Diane Lane; una reunión más que interesante. 


Zack Snyder no ofrecerá dramas que pasarán a la historia por su profundidad, pero sí es un curtido director en dar al espectador acción a raudales y unos efectos que deben ser disfrutados en la pantalla grande, y en esta ocasión llevó sus dotes al límite, ofreciendo incluso, quizá, demasiado. En algunas secuencias las luchas parecen estar sacadas de Dragon Ball, pues que dos tipos dándose puñetazos en el aire logren reducir a cenizas gran parte de una ciudad es algo que no se ve todos los días, pero los que disfruten de la espectacularidad no opondrán mucha queja. 


En el inicio del filme ofrece algo también interesante; Krypton, el planeta natal del superhéroe, algo que no estábamos acostumbrados a ver, y pese a no alargarse en dichas secuencias, muchos alabaron la calidad con que ese mundo está elaborado, y la riqueza que, efímeramente, puede observarse, alegando que incluso hubieran deseado un poco más de metraje para verlo en mayor profundidad y detalle. Estas secuencias sirvieron para hacer un rápido reinicio del personaje –algo que tampoco se demandaba en demasía por estar más que visto–, consiguiendo hacerlo de forma muy acertada, narrando desde el origen sin extenderse ni convertirlo en algo tedioso. Lo que sí se saltó fue la infancia del personaje, también de sobra conocida, introduciendo solo algunos flashbacks que ayudan mucho a la historia, otro gran acierto. Después, básicamente, ya llega más de una hora de golpes, explosiones y barbaridades audiovisuales casi sin descanso, pero no podemos por ello obviar la intensa emotividad de algunos breves momentos de la historia, que se ven enormemente potenciados por la maestría de Hans Zimmer, que por suerte, como ya hiciera con el Caballero Oscuro, se encargó de la banda sonora. Siempre recordaré aquel último tráiler, que podrá verse abajo, en que solo en el inicio, con la canción de Zimmer acompañando a las imágenes, lograba instantáneamente ponerme los pelos de punta. 


Repasando un último hecho que levantó polémica, y atención, pues es un spoiler sobre el final, nos centramos en el General Zod al final de la titánica lucha. Estábamos acostumbrados a que Superman no matara ni a una mosca, y aquí sucede algo insólito, pues contra todo pronóstico, y con gran pesar del mismo héroe, eso sí, para evitar que calcine a una familia acorralada, nuestro protagonista acaba con la vida del villano rompiéndole el cuello. Cuántos se quejaron de esto también, sí, y lo más gracioso: lo hicieron los supuestos expertos en el personaje por las redes sociales, hecho que hizo que el propio Snyder, al final, saltara diciendo que si tan en desacuerdo estaban con su decisión, por favor dieran un vistazo al cómic de donde se sacó la secuencia. ¿El hecho? Ocurre tal cual, por lo que es una adaptación más que fiel y un buen final que ayudará a que dejemos de verlo con los inocentes ojos con los que lo hemos visto durante casi ya 80 años. 


Tras haber analizado todos estos aspectos, concluiremos en que Zack Snyder nos brindó a un gran Superman, realizando un muy buen reinicio en forma de película de tremenda acción y creando así el inicio de una nueva trilogía y de más adaptaciones, como la que veremos en breves, y que sentarán las bases para La Liga de la Justicia, de la que el director se hará cargo también, y que pretende combatir con fiereza a la exitosa Los Vengadores de Marvel. 


Quizá con el superhéroe en la historia suceda como para con el público, algo resumido en las palabras de su madre (Ayelet Zurer): “Le marginarán, le matarán”. Y por ello, recordemos las de su padre, Jor–El (Russell Crowe): "¿Cómo? Para ellos será un Dios."

Lo mejor: la evolución del personaje y la calidad de la historia y la película, siendo principalmente de acción.

Lo peor: se echa en falta más profundidad, y aunque los tiene, mayor emotividad, en lugar de tanta acción.

Valoración: 9 / 10

Salva Alberola

Trailer:



Sinopsis:

Desde Krypton, un lejano planeta muy avanzado tecnológicamente, un bebé es enviado en una cápsula a través del espacio a la Tierra para que viva entre los humanos. Educado en una granja en Kansas en los valores de sus padres adoptivos, Martha (Diane Lane) y Jonathan Kent (Kevin Costner), el joven Clark Kent (Henry Cavill) comienza desde niño a desarrollar poderes sobrehumanos, y al llegar a la edad adulta llega a la conclusión de que esos poderes le exigen grandes responsabilidades, para proteger no sólo a los que quiere, sino también para representar una esperanza para el mundo.

2 comentarios:

  1. Muy buen análisis. Coincido casi al 100%.
    Menudas ganas de ver ya Batman V Superman.

    @Ociopalabras

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    Respuestas
    1. Muchas gracias por comentar compañeros de 'Ocio en pocas palabras'. Nosotros también tenemos muchísimas ganas de verla.

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